jueves, 7 de agosto de 2014

Eterna ‘Mannschaft’

Los logros en el futbol son el resultado de un trabajo a largo plazo, de un proyecto que comienza por un desarrollado trabajo en la formación de menores, traducido a logros en las diferentes categorías juveniles, y seguido por una constante infusión de juventud, picardía e irreverencia a la selección mayor. El claro ejemplo de esto es Alemania, último campeón del mundo, y que seguramente seguirá siendo por muchos años el mejor equipo del mundo, fruto de un trabajo de 10 años que comenzó Jürgen Klinsmann y concluyó Joachim Löw.

Luego del fracaso de la Eurocopa del 2004, Klinsmann asumió la dirección técnica de la selección de su país, con Löw como su asistente técnico, y comenzó con una revolución en la manera de jugar, dejando de lado la imagen que el mundo tenía de una Alemania que jugaba a buscar a sus ´Panzers´, esos ‘9’ de área potentes y de buen juego aéreo, a una selección que jugaba a ras de suelo, apelando a la inteligencia de los medios centrales y la velocidad de sus extremos, y con un ´killer´ de siempre, Miroslav Klose. Luego de desplegar gran futbol y adjudicarse el 3º puesto del Mundial en su casa en el 2006, Klinsmann abandona el puesto y Löw toma la posta, para continuar con un desarrollo futbolístico que a futuro aseguraba triunfos y logros de gran magnitud.

En el 2009, una nueva raza Alemana se dio a conocer tras alzar el trofeo de la Eurocopa Sub-21. Este equipo lo conformaron jugadores que luego se afianzaron como titulares en el mundial de Sudáfrica un año después. Con nombres como Neuer, Boateng, Khedira y Özil llegaba el equipo titular de Alemania, sumándose a jugadores que destacaban tanto en sus clubes como en la selección tales como Lahm, Schweinsteiger y Podolski, además del eterno goleador Klose. Este equipo se llevó el tercer lugar de nuevo, pero denotaban que estaban para logros mayores, tenían sed de revancha y ganas de salir victoriosos, sumado a un juego impecable en todas sus líneas que solo un guerrero histórico español de frondosa cabellera logró vencer.

Alemania llego a Brasil con la consigna de ser el equipo que mejor juego desplegaba, con solidez defensiva, sumada a gran toque proporcionado por sus volantes y una característica efectividad de sus delanteros. Con bajas, Alemania llegó a afrontar el Grupo G y dispuesto a arrollar a quien se le pusiera al frente. Con la columna vertebral del mundial de Sudáfrica (Neuer, Lahm, Schweinsteiger, Özil, Müller) Alemania se plantó frente a Portugal, vapuleándolo con un contundente 4-0. Luego los resultados llegaron por si solos, acompañados de un gran despliegue futbolística de todo jugador que se calzara la camiseta blanca. Notoriamente, el triunfo alemán no es algo que se dio de un día para el otro, no se le puede llamar suerte ni fortuna, sino trabajo duro y parejo desde las divisiones menores, quemando etapas, hasta la selección mayor.


Definitivamente, mi afirmación de que Alemania es y seguirá siendo el mejor del mundo no es una hipótesis jalada de los pelos o sin fundamento. Los ´teutones´ acaban de adjudicarse el título del torneo Europeo u-21 del 2013 con jugadores que formaron parte del plantel en el último mundial como Mustafi o Ginter. Además, la base de esta selección seguirá siendo la misma para el próximo ya que la mayoría de jugadores llegaran con 28 años, edad en la que se llega a la madurez futbolística. Aunque con bajas como Lahm o Klose, que por edad se espera su retiro del equipo, de igual manera se espera la aparición de nuevas estrellas que destaquen en los grandes clubes alemanes y lleguen al equipo de todos. Nombres como Max Meyer, Leon Groetzka, Marc-André Ter Stegen o Eric Drum son ejemplos de estos.


Alemania le dio vuelta a la historia, luego de una metamorfosis total, con un técnico que captó en el momento preciso que el futbol del futuro estaba destinado a jugarse de una manera dinámica, donde la velocidad y el estado físico iban a predominar sobre el talento. Jürgen Klinsmann tiene todo el mérito de este cambio, de convertir a la selección con el juego más Europeo de todos los tiempos a la que tiene el mejor estilo Sudamericano, de haberse adaptado a la realidad del futbol moderno y que luego de una década de exposición de gran futbol logró su cometido y puede llamarse ahora el tetracampeón del mundo, con el ‘Penta’ más cerca que nunca gracias a su juego y desarrollo de menores.

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