jueves, 7 de agosto de 2014

El Efecto Pinto

En los últimos días el nombre Jorge Luis Pinto ha sonado más que cuando culminó un digno papel en el Mundial de Brasil 2014 con la selección de Costa Rica, tras ser eliminados por la poderosa ´Naranja Mecánica´ de Louis Van Gaal. Lamentablemente, esta reciente sobre-exposición del nombre del estratega colombiano se ha dado en un contexto negativo, que terminó con la renuncia del propio a la Selección ´Tica´. Sin embargo, esta versión de Costa Rica, con jugadores potenciados por el propio técnico como Cristian Gamboa, Celso Borges, Christian Bolaños y Yeltsin Tejada, sumados a los ya consagrados Keylor Navas, Bryan Ruíz y Joel Campbell, ha roto todas las estadísticas del futbol mundial, derrotando a selecciones históricas como la Uruguaya o Italiana y llegando a Cuartos de Final, algo nunca antes logrado por otra versión Costarricense en la historia. En mi opinión, gran parte del mérito en el caso de este equipo es del entrenador. Sin ser Costa Rica una potencia mundial, con un equipo que tiene jugadores de sobra y que su once inicial sale de memoria, logró un destacado 8º puesto en el mundial que el pueblo debería celebrar.

Jorge Luis Pinto, así como lo demostró en el Alianza Lima campeón del año 1997, es un técnico de primer nivel que prioriza la disciplina para que esto influencie en el buen juego. Es un tipo duro, de carácter fuerte, sin pelos en la lengua, un perfeccionista dentro y fuera de las canchas. Este tipo de entrenadores son los necesarios para los llamados “Equipos Chicos”, aquellos meticulosos que estudien al rival y a su propio equipo al milímetro para poder explotar tanto sus propias virtudes como las falencias del oponente. Aquellos que controlen cada aspecto del plantel, desde el entrenamiento físico hasta la alimentación del plantel. Lo logró con Alianza Lima en Perú y ahora lo logró Mundialmente con una selección denominada débil, que ya se le daba por eliminada en primera ronda por los monstruos del Grupo D.

Iniciando el mundial, tuve buenas referencias de Costa Rica y conociendo el trabajo del profesor Pinto no lo dudé, sin embargo pensé que sus rivales llegarían mejor preparados. Sin intención de restarle merito a los centroamericanos, ya que se observó un equipo que jugaba al pase, apelaba a la velocidad de sus laterales, la solidez defensiva, a la técnica depurada de su ‘10’ Bryan Ruíz y la viveza de su ‘9’, el juvenil, Joel Campbell, y sobre todo al trabajo de pelota parada que es tan vital en el futbol actual, tanto ofensiva como defensivamente.

Jorge Luis Pinto puede ser el tipo más duro y honesto del planeta, puede pisar los pies de otros para llegar a su objetivo, pero la hazaña de su Costa Rica será lo más destacado de este mundial. Esta es la clase de entrenador que necesita el país, uno que potencie los jugadores que ya hay, a falta de un trabajo deplorable en menores, uno al que no le pese la mano para castigar a los referentes y sentarlos en la banca, y que priorice la defensa y el juego dinámico tan necesario en el futbol actual. Es injusto que se hable mal de una persona que logró tanto para un país. Personalmente, yo hubiera querido poder estar en los zapatos de cualquier Costarricense, y como Peruano aún espero que en algún momento pueda ocurrirme. El trabajo del profesor Pinto es alabable totalmente, criticar logros es para gente de mentalidades retrógradas y negativas.


Sin ánimos de ofender al Profesor Bengochea que aún no ha podido desplegar sus capacidades ya qué el tiempo que ha tenido a cargo de la Blanquirroja es mínimo: Ya pues, Manuelito, hazte una y ponte las pilas que Pinto está libre.

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