martes, 21 de julio de 2015

Te…vez feliz en casa, “Xeneize”


Hace 31 años nacía en Fuerte Apache un pequeño que al crecer se enamoró de la redonda, de esa gordita engreída que emociona a los más desdichados, y desde que nació la vida no le sonrió. No fue criado por sus padres biológicos, vivió en uno de los barrios más peligrosos de la capital argentina rodeado de delincuencia y sufrió una quemadura severa en el rostro apenas a los 10 años. Una infancia que, considero, marca a cualquiera y puede llevar a buenas personas por el mal camino. Sin embargo, el buen “Carlitos” se aferró a la pelota para darle un giro alegre a su vida, comenzó su aventura en All Boys, pero encontró el amor el 1997 en caminito, amor a una pasión denominada como Boca Juniors.

Boca le dio todo y el, en retribución, siempre lo dio todo por Boca. Aquí terminó tanto sus estudios como su formación juvenil, donde siempre fue visto como el futuro del club. Mientras se formaba, también cumplía rol de recogebolas en la casa donde siempre será más feliz, La Bombonera. Todos recordamos las fotos de un jovencísimo “Apache” abrazado de sus ídolos, Palermo o Riquelme, con quienes luego compartiría vestuario y se les uniría en el salón de la fama del club. Tras debutar en 2001 y ganar mayor continuidad en 2002, el buen Tévez se ganó a base de trabajo y talento la titularidad en 2003 con Bianchi. Ese año se llenó de gloria anotando en la final de la Copa Libertadores el gol del triunfo, comenzando a llenar de alegrías esa trágica historia de su niñez.

Finalmente, en 2005 “Carlitos” partió a buscar rumbos nuevos en su carrera pero en la retina de todos los hinchas de Boca quedaron tanto sus goles como celebraciones, y el corazón del jugador quedó para siempre teñido de azul y oro. A partir del 2005 comenzó la gloriosa carrera de Tévez por el mundo, llegando a vestir las camisetas de algunos de los mejores equipos del mundo y alzando trofeos en la mayoría de clubes a los que llegó. Sin embargo, quedó grabada en su palabra el deseo de regresar a su hogar, a cumplir lo que su corazón mandaba, a celebrar besando el escudo de sus amores varias veces más.

Lo ganó todo dentro de Inglaterra tanto con el Manchester United como con el City, así como todo dentro de Italia con la Juventus, y el UEFA Champions League con el United. Se valorizó como uno de los delanteros más importantes dentro del mercado mundial por su calidad técnica, potencia y sobre todo excelente definición.

Pasaron 11 años y medio para que se diera el suceso que todo el pueblo xeneize esperaba, el retorno del último hijo pródigo que dejó el club. Es así como el 24 de Junio “Caminito” se volvió un carnaval, los hinchas recibían con algarabía a un ídolo, uno que volvió con una promesa de gloria. Por parte del “Apache” podemos decir que pesó más el sentimiento que el dinero, las ganas de volver al club que le dio todo cuando él era solo una promesa y definitivamente todo el “Mundo Boca” lo recibió con los brazos abiertos, a estadio lleno con el grito de gol contenido a la espera que Tévez una vez más sacuda las redes.


Es así como un jugador que salió desde lo más bajo creció, se volvió en ídolo, se cayó más de una vez pero su personalidad hizo que se levantara en cada oportunidad, y hoy vuelve a su único hogar, a seguir pintando su carrera de colores cual Caminito, primando siempre el azul y el oro. Con Tévez en cancha, es definitivo que un gol más, va a haber.

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