Hace 31 años nacía en Fuerte Apache un pequeño que al crecer se
enamoró de la redonda, de esa gordita engreída que emociona a los más
desdichados, y desde que nació la vida no le sonrió. No fue criado por sus
padres biológicos, vivió en uno de los barrios más peligrosos de la capital
argentina rodeado de delincuencia y sufrió una quemadura severa en el rostro apenas a los 10 años. Una infancia que, considero, marca a cualquiera y puede
llevar a buenas personas por el mal camino. Sin embargo, el buen “Carlitos” se
aferró a la pelota para darle un giro alegre a su vida, comenzó su aventura en
All Boys, pero encontró el amor el 1997 en caminito, amor a una pasión
denominada como Boca Juniors.
Boca le dio todo y el, en retribución, siempre lo dio todo por Boca.
Aquí terminó tanto sus estudios como su formación juvenil, donde siempre fue
visto como el futuro del club. Mientras se formaba, también cumplía rol de
recogebolas en la casa donde siempre será más feliz, La Bombonera. Todos recordamos
las fotos de un jovencísimo “Apache” abrazado de sus ídolos, Palermo o
Riquelme, con quienes luego compartiría vestuario y se les uniría en el salón
de la fama del club. Tras debutar en 2001 y ganar mayor continuidad en 2002, el
buen Tévez se ganó a base de trabajo y talento la titularidad en 2003 con
Bianchi. Ese año se llenó de gloria anotando en la final de la Copa
Libertadores el gol del triunfo, comenzando a llenar de alegrías esa trágica
historia de su niñez.
Finalmente, en 2005 “Carlitos” partió a buscar rumbos nuevos en su
carrera pero en la retina de todos los hinchas de Boca quedaron tanto sus goles
como celebraciones, y el corazón del jugador quedó para siempre teñido de azul
y oro. A partir del 2005 comenzó la gloriosa carrera de Tévez por el mundo,
llegando a vestir las camisetas de algunos de los mejores equipos del mundo y
alzando trofeos en la mayoría de clubes a los que llegó. Sin embargo, quedó
grabada en su palabra el deseo de regresar a su hogar, a cumplir lo que su
corazón mandaba, a celebrar besando el escudo de sus amores varias veces más.
Lo ganó todo dentro de Inglaterra tanto con el Manchester United
como con el City, así como todo dentro de Italia con la Juventus, y el UEFA
Champions League con el United. Se valorizó como uno de los delanteros más
importantes dentro del mercado mundial por su calidad técnica, potencia y sobre
todo excelente definición.
Pasaron 11 años y medio para que se diera el suceso que todo el
pueblo xeneize esperaba, el retorno del último hijo pródigo que dejó el club.
Es así como el 24 de Junio “Caminito” se volvió un carnaval, los hinchas
recibían con algarabía a un ídolo, uno que volvió con una promesa de gloria.
Por parte del “Apache” podemos decir que pesó más el sentimiento que el dinero,
las ganas de volver al club que le dio todo cuando él era solo una promesa y
definitivamente todo el “Mundo Boca” lo recibió con los brazos abiertos, a
estadio lleno con el grito de gol contenido a la espera que Tévez una vez más
sacuda las redes.
Es así como un jugador que salió desde lo más bajo creció, se volvió
en ídolo, se cayó más de una vez pero su personalidad hizo que se levantara en
cada oportunidad, y hoy vuelve a su único hogar, a seguir pintando su carrera
de colores cual Caminito, primando siempre el azul y el oro. Con Tévez en
cancha, es definitivo que un gol más, va a haber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario