Hace poco la Federación Peruana de Fútbol se encargó de designar al
responsable del Proyecto 2022, el argentino Daniel Ahmed. El “Turco” llega con
el pergamino de haber quedado a tiro de clasificación con la Sub-20 del 2013 y
haber conseguido el segundo lugar en los Bolivarianos 2013 con la Sub-18,
justamente las categorías que abarcan la generación de jugadores llamados a
luchar por la ansiada clasificación al mundial del 2018 y 2022. El recuerdo de
esa Sub-20 es buenísimo, con jugadores de la talla de Yordy Reyna o Edinson
Flores que destacaron por su excelente juego, pero sobre todo con una
interesante idea de juego que ilusionó a un país entero.
Pero, aunque contratáramos al mejor entrenador del mundo para que se
ponga el buzo blanquirrojo, sin material de trabajo de calidad es imposible que
se logre el objetivo que el país entero espera lograr, escuchar el himno
nacional en los diferentes estadios de Rusia, Qatar y demás sedes mundialistas
de años consiguientes. Entonces, la pregunta de rigor es: ¿Hay jugadores para
poder armar una selección competitiva que luche contra las potencias
sudamericanas en busca del cupo? Yo, personalmente, considero que si existe esa
materia prima necesaria. Sin embargo, será necesario trabajar a varios de los
jugadores para que alcancen su potencial y demuestren su mejor desempeño con
las sedas de la selección.
Hay que ser realistas, inclusive de cara a la clasificatoria a Rusia
que arranca en octubre del presente año. Varios de nuestros referentes se encuentran
del lado equivocado de los 30, e incluso referentes importantes tanto en la
cancha como en el camarín, como Lobatón y Pizarro, se encuentran más cerca del
retiro. Es así como Farfán, Guerrero y Vargas, en caso de clasificar a Rusia,
llegarían con casi 35 años a la cita, en las últimas etapas de su carrera y con
más experiencia que capacidad física. Es por este motivo que el proceso actual
de Gareca, que tendrá el apoyo tanto de Daniel Ahmed como de sus colaboradores
Hugo Alves, Sergio Santín y el mismísimo Nolberto Solano, tendrá que priorizar
ese recambio generacional tan natural en el fútbol pero evitando que tenga un
efecto negativo en el desempeño de la selección.
Ahora, para responder la pregunta antes planteada de si existe o no
en el Perú suficientes jugadores para armar una selección competitiva,
pasaremos a nombrar algunos jugadores jóvenes que presentan una interesante
actualidad.
El arco está bien cubierto por Pedro Gallese, un portero muy joven y
con cualidades técnicas muy interesantes que aún tiene mucho espacio para
trabajar en busca de una muy importante mejoría. Además de porteros como Ángelo
Campos, Daniel Prieto o Carlos Grados que también han mostrado mucha
proyección.
Lo que más preocupa a la hinchada, y me incluyo, es el recambio de
defensores centrales, ya que ante la ausencia de Zambrano o Ascues, Ramos aún
no demuestra estar a la altura. Sin embargo, explorando dentro del
descentralizado nos encontramos con nombres como Miguel Araujo, Gianmarco
Gambetta, Juan Diego Lojas o Marcos Ortiz. Estos jugadores han tenido
continuidad importante en sus equipos y un rendimiento más que interesante.
Serían una muy buena opción de recambio a tomar en cuenta para que Gareca
trabaje con ellos los aspectos que busca de los centrales.
En los laterales, aparecen tanto Santillán como Trujillo por la
izquierda y jugadores como Rodrigo Cuba o Saúl Salas por la derecha. El caso de
los 4 es similar, ya que son jóvenes y tienen un nivel bueno que les permite
destacar en el descentralizado. Considero que todos tienen el perfil que busca
Gareca para sus laterales, aunque tienen ciertas falencias en la marca, al
igual que los titulares actuales.
Asimismo, en la volante defensiva el recambio natural de Lobatón
aparentemente será Renato Tapia, que con 20 años ya destaca en el fútbol
holandés. Además, encontramos en el descentralizado a jugadores como
Albarracín, Alfageme, Aquino y Ubierna, que poseen buen despliegue, marca y
distribución. Ofensivamente estamos bien cubiertos por temas de edad, ya que la
base de esta Copa está compuesta por jugadores de la categoría 1991. Sin
embargo, hay jugadores prometedores como Benavente, Flores o Deza que tienen el
nivel para ingresar si son solicitados y desequilibrar en materia ofensiva.
En punta, si bien Paolo tiene para rato, detrás suyo aparecen Yordy
Reyna, Beto da Silva y Aurelio Gonzáles-Vigil. Cada uno tiene sus cualidades
personales, pero todos podrían cubrir el sitio de Guerrero y demostrar su
valía.
En conclusión, creo que si hablamos de nombres si existe un grupo de
jugadores jóvenes que nos ilusionan a soñar con un futuro mejor. Lo que si es
cierto es que se les debe trabajar adecuadamente tanto deportiva como
psicológicamente para que lleguen a su pico máximo de rendimiento y sean útiles
al momento que se calcen las gloriosas sedas rojo y blanco.
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