Malmö,
Suecia, 3 de octubre de 1981. Nacía una leyenda, un hombre que ha dejado su
marca en el futbol Sueco y Mundial, una leyenda con nombre y apellido
complicado para los ojos vírgenes que recién lo conocen. Él es Zlatan
Ibrahimović. Ayer, 4 de setiembre, se anotó como el máximo goleador en la
historia de la selección Sueca anotando un doblete contra la humilde Estonia.
Un jugador único, diferente, que en la cancha no refleja lo que sus cualidades
físicas le hacen parecer, un ‘mago’ con el balón, un karateca plantado en una
cancha de fútbol, un acróbata. Se le puede definir de tantas maneras al
irreverente Zlatan que ya nos dejó una huella a todos los fanáticos del fútbol
que hemos podido verlo en acción.
Comenzó
su carrera en el Malmö F.F de su ciudad natal, donde anotó una sencilla cifra
de 17 goles en 3 temporadas. Luego, pasó al Ajax de Ámsterdam donde destacó y
fue figura, marcando 48 goles en un total de 110 partidos. Este rendimiento lo
catapultó a un grande de Europa, la Juventus. En la ‘Vecchia Signora’ su
rendimiento no fue el esperado, anotando solo 26 goles en aproximadamente 90
partidos. Luego del escándalo del Calciopoli que mandó a la ‘Juve’ directo a
segunda, el sueco viajó a Milán, donde se calzó las sedas del Inter de Milán. Fue
con el equipo ‘neroazzurro’ que el espigado delantero comenzó a destacar más
aún en tierras Italianas. El estratega Italiano Roberto Mancini lo alineó en
117 oportunidades, y Zlatan respondió con 66 goles que ayudaron al equipo a
conseguir el Tricampeonato. Tras sus destacadas campañas en el Inter, fichó por
el Barcelona de Guardiola en lo que fue el fichaje del año para los ‘culés’. Sin
embargo, Messi opacó al sueco y su rendimiento no fue el esperado. Tras su
falta de protagonismo, y una serie de negociaciones complejas, Zlatan volvió a
Milán, pero esta vez a la vereda de enfrente, al A.C. Milán. Tras dos
brillantes temporadas en el ‘rossonero’, donde Zlatan anotó 56 goles, el
millonario PSG lo fichó y desde entonces no se ha cansado de anotar goles y ya
lleva 83 en 96 encuentros jugados.
Sin
embargo, lo más destacado de este atípico delantero no son sus números, sino su
brillante manera de jugar. Desafiando todos los estereotipos que consideran a
los jugadores altos como torpes y poco talentosos con la pelota en los pies, “Ibra”
y su 1.95m ha demostrado en más de una ocasión ser un mago del balón.
Enganches, regates, lujos, tacos, sombreros y demás, son parte del repertorio
del delantero. Además, es imposible ignorar sus múltiples acrobacias aéreas,
taconazos por encima de su cabeza, e impresionantes chalacas y tijeras. Muchas
de las cuales han terminado en gol. Son definitivamente su sello distintivo.
Quien lo ve jugar siempre está pendiente de una de sus maravillas, y es casi un
hecho que en algún momento del partido lo va a hacer.
Un
merecido homenaje al mejor ‘9’ del momento, a mi parecer, que ya llegó a
imponer su nombre en la historia del fútbol sueco y definitivamente seguirá
marcando goles con su selección y su club, y seguirá deleitándonos con su calidad.
Un grande en todos los aspectos, Zlatan!
Todo un grande
ResponderEliminarTu lo has dicho Nico, un grande de los que quedan pocos!
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